No puede haber historia en el imperio

"[...] la crítica profética consiste en movilizar al pueblo para que tome conciencia de su auténtica e incesante aflicción y enseñarle a apartarse de quienes, aun oyendo sus quejas, son incapaces de escucharlas y sólo reaccionan con la indiferencia. Indudablemente, la historia consiste, ante todo, en hablar y ser respondido, en gritar y ser escuchado. Y si es así, quiere decir no que no puede haber historia en el imperio, porque en él los gritos nunca son escuchados ni las palabras son respondidas. Y si el cometido de la profecía consiste en capacitar al pueblo para que se comprometa en la historia, entonces significa evocar gritos que esperan respuesta, aprender a dirigirlos adonde habrán de ser tomados en serio, y dejar de acudir al insensible y embotado imperio, que nunca tuvo verdadera intención de responder". 

Walter Brueggemann, La imaginación profética, Editorial SAL TERRAE, Santander.

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