Poesía primaveral | 3

Voy a dejar que te oscurezcas
viernes templado de noviembre
(prácticamente de verano).

Voy a dejar que te oscurezcas
impaciente
como lo haces a esta hora todos los viernes
el resto de los otros viernes.

Pero no voy a concederte
ni patrañas ni accidentes,
no permitiré tus gritos incongruentes

porque entre las teologías
y los hijos de pastores bien-pudientes
(como siempre)
me has cansado de tenerme por los brazos
tirando en uno para cada lado.

Noviembre 2010

0 comentarios: