Poesía primaveral | 2

Oír tus pasos prolijos en la escalera
es saber que vienes con algo de comida
que es mediodía
y que tal vez traigas un agua saborizada
y un pancito mordido.

Oír tus pasos secos en la escalera
es saberte agobiada de tanto trabajo
y tan poca algarabía

y no digas nada, ya sé,
tendría que ser más espiritual
y dejar de tratar de oír tus pasos en la escalera.

Octubre 2010

0 comentarios: